Cuando diseñamos una estrategia de contenidos, es esencial que contemplemos el uso de video. Cada día el video online gana más y más terreno, a tal punto que hoy por hoy el 40% del tráfico en Internet es generado por el video.
Grandes marcas y empresas o celebridades, han entendido esta tendencia y han logrado capitalizar sobre ella. Si hacemos un análisis histórico, hace 30 años cuando MTV empezó a promover videos musicales, se logró generar un amplio impacto en las audiencias que fueron influenciadas por la experiencias audiovisuales de los videos musicales. Ese mismo principio sigue vigente y ahora, con las facilidades que presta la tecnología y la conectividad, va obteniendo una gran demanda por parte de los usuarios de contenidos online.
Si se habla de videos en Internet lo primero que seguramente pensemos es en YouTube. Cada segundo se suben 60 minutos de video en esta plataforma. En este momento YouTube es considerado el 2do motor de búsqueda en Internet. A esto hay que adicionar que YouTube es una plataforma que también está integrada a redes sociales como Facebook o Twitter, por lo que su alcance se multiplica exponencialmente. Sin embargo en los últimos meses se ha visto un importante incremento en la tendencia de colgar videos directamente a Facebook, creando una competencia interesante a YouTube. Esto nos habla que estos gigantes están muy claros en la importancia de promover el consumo de videos y crean las facilidades a nivel tecnológico para masificar su aplicación.
Si estamos del lado de la producción de contenidos, ya sea como un medio, una marca o una empresa, ¿por qué usar videos dentro de una estrategia digital?
Usar videos con ésta visión tiene que ser parte integral de una estrategia global. Aplicar videos sin que exista una justificación estratégica, no tendrá la repercusión deseada. Es clave que el concepto detrás de los videos estén integrados a un plan sólido y que permita que el video juegue un rol clave en la capitalización de la estrategia.